Fue un campeonato raro, muy raro.

Todo empezó allá por Julio. Había terminado el mundial, había ganado Italia, había ganado el fútbol.

Queríamos olvidarnos de todo aquello lo antes posible. Necesitábamos dejar de pensar en Ayala, en Crespo, en Riquelme y mirar al futuro. ¿Verón a la selección?

Quedaban por delante los mundiales de Basket, Hockey, Volley, La Copa Davis, seguramente íbamos a ganar algo, seguramente nuestros deportistas nos iban a dar alguna alegría, teníamos que creer, no podíamos ser tan ciegos.

En el pais de los ciegos el bizco es presidente

De todas formas para tapar el fracaso del fútbol no alcanzaba con otros deportes, necesitábamos fútbol. Los otros deportes no reemplazan al fútbol NUNCA, los otros deportes son la picada, el fútbol es el asado.

Pero antes de que comience el torneo tenía que terminar la participación de los equipos Argentinos en la Copa, lo cual derivó en una serie más estrepitosa aún de fracasos, si es esto posible.

Algunos equipos advertidos de que no iban a poder ganar, aprovecharon la oportunidad para sacar alguna ventaja de cara al futuro. Passarella por ejemplo, consciente de que no podía vencer de ninguna forma a esa potencia futbolística llamada Libertad, les pidió a sus jugadores que le pateen al cuerpo al arquero rival para hacerlo figura. ¿Resultado? Bobadilla a Boca.

Boba Ardilla

Y se vino el mercado de pases:

Boca vendió a Insúa, a Bilos, a Abbondanzieri. Ustedes dirán ¿quién los compró? No tengo idea. Mientras no sea Botnia y Ence para hacer papel no nos metamos.

No a las papeleras, si a la ecologia

River compró a Belluschi. Boca no pudo comprar a Belluschi y entonces lo vendió. ¿Pero cómo lo vendió si no lo había comprado? Ah, qué sé yo.

El campeonato empezó y Boca se alejaba. Todo estaba arreglado. El poder necesitaba un Boca Campeón. Les convenía a todos. Boca vende, sus figuras venden y sobretodo Gago vende. De la mano de Pintita se abrían otros mercados, se iban a seguir vendiendo gaseosas, afeitadoras y cervezas, como siempre, pero con Ferchu había nuevos horizontes: Giordano iba a vender muchos más cortes de pelos, Alan Faena muchas más estadías en sus hoteles, Philips muchas más planchitas para el pelo y Coquetería muchas más fragancias. Todos ganaban, nadie perdía.

Gago no esquivo el bulto

Pero no todos estaban conformes con el negocio. A Clarín, el principal grupo periodístico del país, las cuentas no le cerraban. Si, es verdad, con Boca campeón, con Boca Tri, iban a vender muchos diarios pero ¿y Bailando por un sueño? ¿Y cantando por un sueño?

La gente sólo hablaba de Boca campeón, mientras el resto de los negocios del Grupo Clarín se iban a la ruina.

La gran cantidad de diarios vendidos con Boca campeón no iban a dar a basto para cubrir las pérdidas.

¿Pagano?

Y entonces el dueño del Grupo Clarín (¿Pagani?) llamó a Grondona:

  • Pagani: Julio, necesitamos que arregles el campeonato.

  • Grondona: Pero Horacio, ya está arreglado.

  • Pagani: Ya sé, pero necesitamos que lo desarregles. Ya no nos conviene. Hacé algo.

  • Grondona: ¿Pero qué querés que haga?

  • Pagani: No sé, sacales el técnico.

  • Grondona: ¿Con qué excusa?

  • Pagani: Decí que te lo llevás para la selección

  • Grondona: ¿La selección? ¿Qué selección? Pensé que después de tantos papelones, lo mejor era dejar de competir.

  • Pagani: Vos haceme caso a mí.

Y Grondona le hizo caso a Pagani y se llevó a Basile a la selección.

Ustedes se preguntarán ¿y cómo el Coco aceptó? ¿Por qué? ¿Un tipo con sus códigos abandonó a un equipo en mitad de un campeonato para aceptar otro trabajo?

Un tecnico copero

Lo más probable es que no se haya dado cuenta, que pensará que seguía dirigiendo a Boca, sino no se explica como convocó a Bilos, a Clemente Rodríguez, a Insúa.

Boca se quedó sin técnico, Macri desesperado desde su bunker dio la orden: “Contraten al técnico que hizo posible que una Selección con escasa tradición futbolística como México, le haya hecho partido a Argentina”. Pero Pekerman no quiso asumir y llegó La Volpe.

En el proximo partido te pongo

Boca empezaba a trastabillar. Medio partido perdido con Gimnasia y un empate de local con el recién ascendido Godoy Cruz así lo demostraban.

Pero no alcanzaba con perjudicar a Boca, había que tratar de apuntalar a sus principales competidores: River y Estudiantes.

En el caso de River la solución era sencilla: Varias chicas de vida fácil, un vaso de alcohol olvidado en el lugar equivocado y alguien que no pudo resistirse dieron por resultado un equipo más competitivo. Lamentablemente no se pudo voltear a todos los muñecos y los millonarios, demostrando muy poca seriedad, terminaron peleando por nada.

Para Boludo, andate, que me van a echar por tu culpa

Favorecer a Estudiantes parecía más difícil. Se intentó matar a Verón, pero pasaba tanto tiempo reunido con Kirchner que era peligroso. ¿Quién iba a pagar semejante costo político?

Hace lo que quieras con el Estadio, pero por favor te pido, no vuelvas a la seleccion

Y llegamos a la penúltima fecha. Los Xeneizes llevaban 4 puntos con 6 por jugar. Parecía que Boca iba a ganar, parecía que Clarín iba a perder. El grupo periodístico más importante de Argentina tenía que hacer algo y lo hizo. A través de sus medios lanzó un rumor “El Real Madrid quiere contratar a Gago”. ¿El Real Madrid quiere contratar a Gago? No tenía sentido, el Real Madrid solo contrata jugadores en serio como Diogo, Robinho o el “Pipita” Higuain. Pero el Pibe se lo creyó y se desconcentró y sus sábanas empezaron a amanecer mojadas, mientras él transpiraba soñando compartir vestuario con Beckham, Sergio Ramos y Guti, entre otros.

Yo no le cambiaria la camiseta

Boca empezó a jugar con 10 y eso si consideramos a Palermo como un jugador de fútbol.
El equipo había perdido su espíritu, su juego era el de siempre, malo, muy malo y para colmo su entereza anímica parecía la de un equipo de River. Una mezcla explosiva.

Mezcla de River y Boca

Y llegaron las 2 derrotas consecutivas (Belgrano y Lanús). Y El Pincha aprovechó la situación y a fuerza de mística y fútbol forzó el desempate.

Cuando creíamos que lo peor que nos podía pasar en el 2006 era el Mundial, el año cerraba con Boca y Estudiantes peleándose por consagrarse como el mejor exponente del fútbol argentino, Con Gago y Verón luchando por esa camiseta que representa el temple, el coraje, la garra de un país: la 5 de la selección.

Una tragedia. ¿Qué podía ser peor? ¿Que River y San Lorenzo nos representen Internacionalmente? ¿Que Bilardo de una conferencia sobre Fair Play?

¿Donde estan los equipos que defendian el buen futbol?

¿Donde estan los 5 enserio?

Y llegó el partido. Boca ganaba 1 a 0 y parecía que lo tenía controlado.

Casi todos los Argentinos sufríamos, ¿Otra vez se nos iba a escapar la gloria? ¿Otra vez nos íbamos a quedar «a la puerta de»? Como cuando Meolans perdió los 100 m en los JJOO tan sólo por un largo, como cuando Curuchet estuvo a 23 hs de consagrarse en las 24 horas de Sanzburgo.

Pero se fueron expulsados Álvarez y el hasta entonces mejor jugador del partido, Pablo Ledesma y todo cambió. Estudiantes lo dio vuelta con el coraje de Sosa y la ductilidad de Pavone.

Si este era el mejor jugador, imaginense lo que era el partido

La historia estaba sellada: Estudiantes Campeón.

El primer festejo Rojo y Blanco en mucho tiempo

Ganaba el equipo al que apoyaba casi todo el país.
Esta vez sí podíamos festejar.
Por primera vez en mucho tiempo los Argentinos habíamos triunfado en algo.

¿Ganaron los buenos?

Gracias Pagani, Gracias Tinelli, Gracias Clarín.

Gracias Totales!